En primer lugar, el material de plomo. Su pureza debe ser del 99,94 %. Una alta pureza garantiza una capacidad eficiente, lo cual es fundamental para una buena batería.
En segundo lugar, la tecnología de producción. Las baterías producidas por máquinas automáticas son de mucha mejor calidad y mucho más estables que las producidas por humanos.
En tercer lugar, la inspección. Todo proceso de producción debe realizar inspecciones para evitar productos no cualificados.
En cuarto lugar, el embalaje. El material del embalaje debe ser lo suficientemente resistente y duradero como para contener las baterías; durante el envío, estas deben cargarse en palés.
Hora de publicación: 06-sep-2022